El Hércules doblegó este domingo en el Rico Pérez al Sabadell. El conjunto catalán, un equipo rocoso y expeditivo, no lo puso nada fácil desde el principio, pero la cosa se fue allanando, primero con una expulsión que nos dejó con superioridad numérica buena parte del encuentro y después con un penalti al límite a nuestro favor, que Chechu Flores, como siempre desde los once metros, acertó a materializar. El siguiente gol llegaría después cuando los de casa jugaban sus mejores minutos.
Este 2 a 0 tiene bastante de bálsamo, de relajante y sirve para disipar tensiones. Los dos empates con los que había comenzado la liga, a nadie se le escapa que a más de uno le empezaba a poner nervioso. Esta semana era el propio entrenador herculano quien reconocía cierta ansiedad, máxime cuando el punto conseguido en Alcoy tuvo un sabor agridulce, al haber podido ser los tres, y dejarlos pasar a última hora.
Esto no ha hecho más que empezar, pero la cosa no tiene mala pinta en cuanto al cuadro que se ha confeccionado. Que hay un salto de calidad en relación con la pasada temporada es más que evidente, y son bastantes los que mantienen la ilusión intacta y otros los que se han subido al carro.
Con el aperitivo de mitad de la semana de nuevo en el Rico Pérez, frente al Lorca en la Copa del Rey, el próximo fin de semana viaje a tierras catalanas, en este caso visita al Cornellà.
Ojalá se nos dé bien.
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