Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Al paso

La bajeza de algunos independentistas

Roger Torrent, president del Parlament de Catalunya. Foto: Parlament de Catalunya.
Roger Torrent, president del Parlament de Catalunya. Foto: Parlament de Catalunya.
Si tú pones por las nubes el independentismo en las escuelas catalanas; si adoctrinas a los niños en el odio a España desde muy pequeñitos, lo normal es que si luego les preguntas qué quieren ser de mayores, te dirán que independentistas, la nueva profesión de muchísimos políticos catalanes que han visto en el soberanismo […]

Si tú pones por las nubes el independentismo en las escuelas catalanas; si adoctrinas a los niños en el odio a España desde muy pequeñitos, lo normal es que si luego les preguntas qué quieren ser de mayores, te dirán que independentistas, la nueva profesión de muchísimos políticos catalanes que han visto en el soberanismo una manera de vivir como dios sin pegar golpe. De esas escuelas han salido, durante los últimos 35 años, unos cientos de miles de votantes de los partidos soberanistas, todos los cuales por encima de la ideología ponen la independencia como objetivo común. Y si el futuro de la educación en Cataluña va a seguir por los mismos derroteros que hasta ahora, arreglada está España y arreglados estamos todos los españoles.

El futuro es muy negro. Los independentistas siguen igual de envalentonados que antes  del 155 y puede que mucho más, porque las banderillas de fuego no han hecho más que enardecerlos. Ha sido un 155 edulcorado; que ha no servido para casi nada. El 155 tiene que ser una espada de Damocles amenazante y un poco más. Las cuentas de la Generalitat tienen que ser vigiladas. El dinero público no puede seguir siendo utilizado para engordar el toro del soberanismo. El Estado tiene la obligación de que nadie, desde dentro del propio tinglado estatal (autonómico) destripe la esencia de España. Hasta ahora la Generalitat catalana ha sido un caballo de Troya carcomiendo las entrañas del Estado fundamentalmente desde las aulas primarias, secundarias y universitarias.

El daño hecho es grande y durará bastante (nada más) si se adoptan medidas valientes, constitucionales, claro, pero con energía y pensando en un futuro diferente a este presente ya enquistado. La peste seguirá haciendo estragos y la convivencia en Cataluña tardará en lograrse pese a las promesas del nuevo presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, del que no hay que fiarse ni un pelo, como alumno aventajado de Oriol Junqueras.

Dicen que es más listo que su predecesora, Carme Forcadell. Yo he preferido a los listos frente a los tontos, siempre y cuando no sean de piñón fijo, pues los listos independentistas son más peligrosos que los tontos. ¿Hay independentistas buenos y malos? Estaríamos hablando de inteligencia, por un lado, y de moral, por otro. Junqueras dice que es muy buen cristiano. Pero no todos los independentistas lo son. Los hay de una gran bajeza mental y moral, cono así me parece apreciar en las palabras de uno de los fundadores de la ANC, Miquel Strubell, del que el director de EL MUNDO, Francisco Rosell, reproducía parte de un tuit en el que afirmaba que siempre antepondría la elección de un independentista como él “aunque quien liderara la candidatura fuera asesino, pedófilo y corrupto”. ¡Qué gran nivel de inteligencia y de honestidad!

Ramón Gómez Carrión

Periodista.

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