Una publicación de la Asociación de Periodistas de la Provincia de Alicante

Opinión

A empujones con la prensa

Miguel Ángel Rodríguez y Andrea Ropero (Fuente: La Sexta).

Cuando veía en televisión informando o participando en una tertulia a Pablo Montesinos Aguayo y sobre tal o cual cuestión hablaba de sus “fuentes en el Partido Popular”, me pareció siempre un periodista moderado y hasta independiente, con sus propios criterios. Después, cuando encabezó la lista al Congreso por la provincia de Málaga en esa marca política, tengo que confesar que sufrí una decepción porque se había convertido de la noche a la mañana en la misma “fuente” a la que anteriormente aludía, y nada –al parecer– independiente.

Por contra, y siempre viéndolo desde lejos, nunca me cayó simpático Miguel Ángel Rodríguez Bajón; era simplemente una sensación visceral, carente de lógica que la sustentara. Quizás para darme razones más objetivas se dejara detener en el año 2013 por la policía municipal de Madrid conduciendo con un par de pizcas de alcohol y produciendo un accidente con otros vehículos –y la consiguiente sanción de retirada del carné–, y también ese año sería condenado a una multa de 10.000 euros y  a una indemnización al anestesista y ex coordinador de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, el doctor Montes, de otros 30.000 € por “un delito continuado de injurias graves realizado con publicidad”.

Así que no me extrañó demasiado verle en la tele empujando a la periodista Andrea Ropero –micrófono de la Sexta en mano– para que dejara tranquila con sus impertinentes preguntas –¡qué cosas tienes, chica!– a la megapresidenta de la Comunidad de Madrid, la jefa del tal Rodríguez. Todos los que hemos estado y todos los que están– con alguna responsabilidad institucional o empresarial de relación con los medios, hemos tenido que remar en aguas turbulentas para obviar las cuestiones que no nos eran propicias, pero que obviamente eran de interés para sus profesionales. De hacerlo con habilidad a hacerlo a empujones hay un largo trecho, que parece ya no sabe recorrer este asesor de tan amplio recorrido.

Pregunté a la FAPE –Federación de Asociaciones de Periodistas de España– a cuál de ellas pertenecía, y me respondieron que en la actualidad a ninguna, aunque sigue inscrito en el Registro de Periodistas; de haber estado militando en alguna, desde esta de Alicante hubiera pedido una reprobación para este sujeto.

Y vuelvo al principio: frente a este individuo, siendo parte también del Partido Popular, Pablo Montesinos no solo no dudó en dimitir como responsable de prensa cuando se marchó su presidente Casado; días después entregó su acta de diputado. Donde dije digo –pensé para mis adentros–, digo Pablo. Éste es un señor. Curiosamente, un día después de haber escrito lo anterior, oigo que Montesinos regresa a la actividad periodística. ¡Bienvenido!

Toni Gil

Periodista.

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